
Limpieza de los aceros inoxidables
Procesos sencillos de limpieza
Los depósitos de polvo, mugre, etc., sobre la superficie de los aceros inoxidables se pueden eliminar sencillamente. Usualmente, agua caliente con o sin detergente es suficiente; un tratamiento posterior será utilizar polvos abrasivos que no rayen la superficie. Se aplican con cepillos de cerdas, esponjas suaves, fibras sintéticas con agua caliente. Para una limpieza un poco más agresiva se puede añadir un poco de vinagre al polvo abrasivo y se obtendrán mejores resultados.
A todo tratamiento de limpieza deberá seguir un enjuague con agua limpia a 40ªC. Cuando se tiene conocimiento de que el agua contiene minerales estos pueden llegar a ocasionar manchas, por lo que se deberá secar perfectamente la superficie. Puede utilizarse un paño impregnado con alcohol para eliminar las manchas de agua. Algunos productos comerciales para limpiar metales también se pueden utilizar, previa verificación de que su uso está recomendado para superficies de acero inoxidable.
Huella de dedos
Las huellas de dedos son muy notorias y molestas en las superficies de acero inoxidable. Estas no solo afectan la apariencia estética, también pueden «quemarse» durante los procesos de tratamiento térmico y quedar permanentemente sobre la superficie.
Afortunadamente evitar que esto ocurra es muy sencillo, si se utilizan guantes de hule o algodón para el manejo del material, si no se tiene esta precaución se deberá utilizar una solución de bicarbonato de sodio y agua para eliminarlas. Como en los casos anteriores un enjuague con agua caliente y el secado final es recomendable. Si la huella quedó en la superficie después de un tratamiento térmico deberá eliminarse con productos abrasivos.
Autor: Budai S.A.